AMNISTIA INTERNACIONAL

22 de enero de 2010

Los vigilantes de los móviles

Un equipo de cien personas vigila día y noche desde Gijón las 20.000 antenas que Movistar tiene repartidas por toda España y que dan servicio a 24,5 millones de usuarios. Si en Ceuta o en cualquier otra zona del país se 'apagan' los teléfonos móviles, Gijón interviene de inmediato. Toma la iniciativa, da la voz de alarma y pone en marcha los medios para reparar la avería. Se trata del Centro Nacional de Acceso Inalámbrico (CNAI), que está ubicado en el barrio gijonés de Pumarín.

En una importante apuesta por el Principado, Telefónica centralizó este servicio a principios de 2008 en Gijón y decidió instalarlo en un edificio ubicado en la calle de Soria.

Los operadores técnicos que trabajan en el centro gijonés supervisan de forma continua todas las señales que llegan desde las antenas distribuidas por la península, procesan los datos y actúan en consecuencia. En la mayor parte de las ocasiones detectan el problema antes de que se produzca la avería y proceden a evitarla.

Si el cantante asturiano Víctor Manuel dejó muy claro a finales de los años setenta que desde el televisivo Pirulí se veía el país, Roberto González Álvarez, el coordinador del CNAI de Gijón, podría decir algo parecido, pero sobre las conexiones por móvil. Desde sus pantallas del centro de Pumarín los técnicos son los guardianes de las comunicaciones inalámbricas de la principal empresa del sector. Y resultan decisivos para el buen funcionamiento de una actividad que cada día tienen más influencia en nuestras vidas. Con sus equipos procesan las incidencias que se producen en las antenas de Movistar y en un 60% de las ocasiones las resuelven desde el mismo centro.

González y sus especialistas realizan la actividad en turnos de 24 horas los 365 días del año. Con ello garantizan la supervisión de la denominada Red de Estaciones Base de Telefónica y el tratamiento de las incidencias en tiempo real.

Apuesta por Asturias
 
La empresa ha apostado por Asturias para ubicar este centro nacional y las cosas «están funcionando muy bien». González explica que el centro de supervisión ya existía en el año 2006, aunque con muchos menos trabajadores y con otras funciones. En 2008 la empresa dio el paso para centralizar el servicio de todo el país en Gijón, una decisión de gran importancia para Asturias por el volumen de trabajo que se desarrolla ahora y por la creación de puestos de trabajo. Esta decisión supuso también que trabajadores asturianos de Telefónica que estaban fuera de la región desde hacía años tuvieran la oportunidad de regresar al Principado y así ocurrió con 40 de ellos. González explica que el hecho de que los operarios se encuentren a gusto supone «un plus importante para que el centro funcione a la perfección».

Desde el centro de Gijón se supervisa la totalidad de la red de acceso de telefonía móvil, tanto en tecnología 2G como en 3G. Anteriormente a este centro, el mismo trabajo se llevaba a cabo en diferentes puntos de la península.

Los operarios del CNAI de Gijón son operadores técnicos y su trabajo consiste en supervisar las zonas que tienen asignadas del territorio nacional. Mediante telecomandos detectan y diagnostican las posibles alteraciones o riesgos de fallo. Analizan la información y la procesan. En ese mismo momento comprueban si se pueda reparar el problema de forma remota. De no ser así ponen en marcha la alarma para que un técnico local de la zona lo repare 'in situ'. Muchas de las incidencias que se producen son ajenas a la propia empresa ya que pueden deberse por la interrupción de la energía o por otras condiciones de menor importancia.

Otra cosa es que se produzcan alarmas por causas meteorológicas. Según explicó el responsable del centro frente a una gran pantalla luminosa con el mapa de España en el que se reflejan las incidencias de cada zona, «cuando entra un temporal por una determinada zona, como Galicia, empieza a ponerse el mapa de color rojo según avanza la tormenta y entonces, como es lógico, sabemos que, a partir de ese momento, no nos va a faltar trabajo».