AMNISTIA INTERNACIONAL

12 de febrero de 2010

Telefónica corresponsable de abusos EMPRESA “GRUPO STC”: DESPEDIDO CANDIDATO POR CGT EN ELECCIONES SINDICALES

Ahora que las memorias anuales de las empresas recogen la Responsabilidad Social Corporativa como una distinción y un honor frente a la competencia, hay que señalar sus fortalezas y debilidades, para valorar y no premiar, como sutil e inteligentemente distinguió Antonio Machado.


Telefónica y su filial TESAU alardean de estar en lo más alto de los criterios de RSC y ya sabemos, que las estadísticas apuntan siempre al objetivo que se ha prefijado. Nunca una estadística relata las circunstancias y detalles de toda cuantía, que resultan en un dato, un porcentaje o un guarismo; y eso tratamos de aclararlo con Telefónica.


Empleo: desde 1992 en que se alcanza una plantilla laboral de 80.000 personas, ha ido disminuyendo hasta los poco más de 28.000 de hoy. A la par se ha incrementado exponencialmente la subcontratación y precariedad laboral de la actividad externalizada. 

Rentas: desde hace muchos años, la retribución salarial está anclada a los IPCs anuales, obviando el enorme enriquecimiento de las rentas del capital, vía beneficios, dividendos, amortización de títulos propios,  publicidad, o stock options. A la par salarios “mileuristas” en la subcontratación y horarios de dos dígitos. 

Derechos laborales: las garantías, prevenciones y cautelas de la normativa interna se han ido reduciendo, hasta parecerse a la existente en cualquier otra empresa; la competitividad nunca se entendió como objetivo al alza, sino a la baja. A la par, explotación salvaje en las contratas de Telefónica.


Previsión Social: por diversas causas se fueron eliminando instituciones sociales históricas, que daban plena cobertura a las expectativas de jubilación. Su resultado es decepcionante al compararlo con lo existente. A la par, miles de empleados subcontratados sin derecho social alguno: un páramo de protección y cotizaciones. 

Derechos fundamentales: a duras penas se mantiene el derecho sindical, limitado por Telefónica en todo cuanto ha podido. Ni asambleas ni elecciones abiertas, ni información, ni negociación transparente, ni respeto a las secciones sindicales. A la par, represión sindical en las subcontratas. 

R.S.C.: aparatosa pero vergonzosa, por falsa; comprada mediante anuncios y regalías. Memorias Anuales Mercantiles: contradictorias, para escoger en cada momento lo que plazca. Balances de resultados: maquillados, para no alarmar. A la par, decenas de empresas efímeras subcontratadas, sin futuro a corto o medio plazo.

El deterioro y degeneración de la RSC en Telefónica de España, tolerado con cierta negligencia, está abocando a la tiranía en sus subcontratas, en las que se despide sin causa objetiva, en las que se aborda la actividad sin la formación oportuna, en las que se pierde calidad de atención, en las que se ignora la necesidad y el compromiso. 

La justificación no puede ser: las demás Operadoras están igual. La Responsabilidad es la capacidad de dar respuesta a los actos realizados, no de excusarse. Telefónica no puede continuar en una caída permanente de responsabilidad ante la Sociedad; si varios se tiran por un precipicio, la conclusión no es suicidarse juntos,  sino remediar la locura colectiva. 

Ahora tiene Telefónica la oportunidad de afrontar, y remediar, responsablemente un grave abuso de una subcontrata, el despido injustificado de un trabajador por ir en una lista sindical de elecciones; volvemos a los duros tiempos de la Dictadura, en los que estar afiliado o ir en una lista, era causa de despido inmediato. 

NO DEBEMOS PERMITIR ESTAS CONSTANTES AGRESIONES A LA CLASE TRABAJADORA, PERO NO PODEMOS NI PRESUMIR, QUE ADEMÁS NO EXISTA LIBERTAD NI JUSTICIA ANTE SEMEJANTE ATROPELLO. CGT NO CEJARÁ EN LA DEFENSA DE LOS DERECHOS COLECTIVOS E INDIVIDUALES COMO ÉSTE. 


ESTO NO ES UN “GULAG”.

CGT.ES/telecomunicaciones