AMNISTIA INTERNACIONAL

19 de febrero de 2010

Telefónica se concede otra oportunidad para resucitar su gestora Fonditel

Telefónica pasa página al frente de Fonditel, la gestora de fondos que administra el plan de pensiones de los empleados de la operadora. El consejo de administración de la firma que se celebra hoy jueves tiene previsto nombrar nuevo consejero delegado, que sustituye en el cargo a Luis Peña, relevado de sus funciones tras los malos resultados cosechados durante los últimos tres ejercicios.

La decisión se ha madurado durante los últimos meses. Aun así, no ha sido hasta el cierre del ejercicio 2009 cuando, con los datos en la mano, el consejero y director general de Finanzas de Telefónica, además de primer responsable de Fonditel, Santiago Fernández Valbuena, ha prescindido de la persona de confianza a la que eligió para tomar las riendas ejecutivas de la gestora en 2002.

La situación se había echo insostenible para Fernández Valbuena, consciente de la mala marcha de Fonditel. La creciente presión de los sindicatos, tanto CCOO como UGT, y las observaciones trasladadas hasta el propio César Alierta por algunos de los consejeros convencieron al financiero de Telefónica de la necesidad de cortar el cordón umbilical que le unía a Luis Peña, que ha trabajado bajo su tutela durante los últimos 12 años en la gestora.

Tras una década en Banesto Seguros, el consejero delegado deja la gestora tras 12 años de trabajo y una carrera meteórica, que le permitió ser nombrado consejero en 2000 y primer ejecutivo en 2002. Peña llevó a cabo una transición armoniosa gracias a las buenas rentabilidades de los primeros años y al acuerdo cerrado con los sindicatos, que se garantizaron una cuota directa de poder tras ser eliminadas las elecciones a la Comisión de Control del Plan de Pensiones.

2007, el inicio de la cuenta atrás

Al principio de los tiempos, Fonditel fue constituida en 1992 como entidad gestora de planes de pensiones del Grupo Telefónica. Sólo una década después, al calor de unos mercados crecientes, la gestora fue autorizada en 2003 para comercializar fondos de inversión. Una iniciativa que le granjeó fama y gloria por el éxito de algunos de sus productos, como los fondos Velociraptor y Albatros, hasta que todo comenzara a truncarse a comienzos de 2007.

Las primeras señales de alarma llegaron con los discretos resultados cosechados con el plan de pensiones en el ejercicio 2006, a pesar de la marcha espectacular de los mercados. A partir de entonces, la paulatina pérdida de patrimonio y de rentabilidad en los fondos dio lugar a los primeros cambios significativos. Peña reacciono cargandose a su gestor estrella, Cristóbal Thomas de Carranza, y promocionando a Iñigo Colomo y Ricardo San Martín como sucesores.

Pero el desastre continuó durante los siguientes meses. A comienzos de 2009, se supo que el Plan de Pensiones de Fonditel había sido uno de los principales afectados en la quiebra de Lehman, con un importe “salpicado” de más de 80 millones de euros. Tampoco se libro del caso Madoff, donde se dejó más de 7 millones. Por si fuera poco, los dos principales fondos de inversión de Fonditel cerraron 2008 con caídas del 35% (Velociraptor) y el 28% (Albatros).

La reacción de Peña, al igual que dos años antes, fue relevar al gestor estrella, en este caso a Iñigo Colomo. Para sustituirle eligió a Carlos Hernández, haciendo oídos sordos a los que le advirtieron de que su último fichaje era uno de los principales responsables del cierre de Sleipnir, el primer fondo de inversión libre lanzado en España por la gestora Aurica. Cambios en la gestión que no enderezaron el rumbo de Fonditel, ni siquiera con el viento a favor de 2009.

Las pensiones de Telefónica se resienten

La suerte quedó echada a finales del año pasado. La primera semana de diciembre, Luis Peña tuvo que despachar ante el Comité de Auditoría y Control de Telefónica. Sus explicaciones sobre la marcha de Fonditel no fueron satisfactorias. Ninguno de los consejeros quedó convencido de la conveniencia de mantenerle al frente de Fonditel. Sin embargo, había que aguardar al cierre del ejercicio de la gestora para que se tomara una decisión al respecto.

Y los números han hablado por sí solos. El plan de pensiones de los empleados de Telefónica, el mayor gestionado por Fonditel, obtuvo una rentabilidad del 6,5% en 2009, la mitad del 13% logrado por el plan de los funcionarios de la Administración General del Estado, gestionado por BBVA. A pesar del mal trago asumido por Valbuena por cesar a su sucesor, la cúpula de Telefónica estaba ya convencida del cambio. El coste es lo de menos. Lo importante es evitar el escándalo.

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